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La vida ‘slow’

Hoy en día todo va deprisa, nos movemos rápido, vamos acelerados y queremos hacerlo todo en el menor tiempo posible: “Hablar japonés en 10 días”, ...

06/04/2021 | Marmota

Hoy en día todo va deprisa, nos movemos rápido, vamos acelerados y queremos hacerlo todo en el menor tiempo posible: “Hablar japonés en 10 días”, “Descubrir Escocia en una semana”, “Aprender la historia de España en 24 horas”, “Llegar al orgasmo en 30 segundos”…Sí, cuando decimos todo, queremos decir TODO.

Y como sabemos que no todo se tiene que hacer rápido, nace el movimiento slow. Si analizamos la palabra “slow” nos puede parecer hasta atractivo el concepto, pero para entendernos hablamos del movimiento “despacio”, esto ya no parece tan atractivo, ¿verdad?. Dicho así nos viene a la cabeza la parodia de Joaquín Reyes de Madonna y su “time goes by, despacico”.

Pero no se trata de ser unos vagos, de no aprovechar la vida ni tener objetivos. No hablamos de la sensación de quedarte en una retención de tráfico durante décadas o estar dos horas al teléfono porque el teleoperador no entiende lo que le dices. Este movimiento se apoya en la idea de que las cosas importantes de la vida no deberían acelerarse, dándole una connotación positiva a la palabra “despacio”.

Esto puede parecer algo obvio, pero últimamente estamos perdiendo de vista lo importante, ¿quién no ha acelerado un llamada telefónica con su hermano, o el momento de acostar a los niños o ha sucumbido a la tentación de la comida rápida?.

Este movimiento se aplica a diferentes campos, en el campo de la alimentación propone un cambio de actitud. Y es que los kebabs y el McDonald’s no son el mejor camino a seguir. Tomarnos el tiempo para comprar en un mercado local y cocinar nos puede ayudar a disfrutar mucho más de la comida. También propone una manera de calmar el estrés de la rutina diaria potenciando la felicidad que nos provocan ciertas situaciones. 

¿Es posible frenar un poco? La respuesta es sí. Podemos tener un trabajo dinámico, hacer ejercicio, salir a correr, trabajar, hacer la compra, limpiar, cocinar, hacer recados, ir al médico, conducir…podemos hacerlo todo. Pero eso no quita que, llegado el momento, sepamos parar y disfrutar de una comida con la familia, de un paseo con amigos, de una tarde de domingo, de un buen libro, de una conversación.

Es decir, no hacer las cosas de una manera lenta, sino hacerlas a la velocidad adecuada.

Conseguir que las relaciones que tenemos con las personas que nos rodean sean más profundas, no hablar sobre el tiempo o si va llover, nada de conversaciones vacías de ascensor. Sentirnos más felices y disfrutar del camino. 

Esto se aplica también al descanso, hay días en los que nos podemos permitir el lujo de parar un poco, meter el despertador en el horno y cerrar la puerta de la cocina. Alejarnos de los móviles, tablets, portátiles, teles y despertarnos con la luz natural del sol.

Así que esta noche quédate en casa, tómate el tiempo necesario con los tuyos, acuéstate y relájate en la cama. Te lo mereces.

Y sí, te dejamos aquí el video de Joaquín Reyes para tu disfrute: https://www.youtube.com/watch?v=nLzW1C-4Aoc

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